Vivimos tiempos de Noé. Presintiendo que vendría un diluvio, el viejo Noé llamaba a las personas a cambiar de vida. Pero nadie lo escuchaba. Al contrario, “comían y bebían, se casaban y se daban en matrimonio hasta que vino el diluvio que los hizo perecer a todos” (Lc 17,27; Gn 6-9).
Los 2000 científicos del IPCC que estudian el clima de la Tierra son nuestros actuales Noés. Su tercero y último informe del 13 de abril de 2014 contiene una alerta muy seria: tenemos apenas 15 años para impedir que el clima de la Tierra suba por encima de 2 grados centígrados. Si los supera, conoceremos algo del diluvio. Ninguno de los 196 jefes de Estado ha dicho una palabra. La gran mayoría sigue explotando los bienes naturales, negociando, especulando y consumiendo sin parar, como en los días de Noé.
Distingo tres graves irresponsabilidades: la general y también la específica y supina ignorancia del Congreso norteamericano que vetó todas las medidas contra el calentamiento global; la manifiesta mala voluntad de la mayoría de los jefes de Estado; y la falta de creatividad para ir montando los tablones de una posible Arca salvadora. Como un loco en una sociedad de “sabios” me atrevo a proponer algunas iniciativas. Si algún merito tienen es el de apuntar hacia un nuevo paradigma civilizatorio que podría dar otro rumbo a la historia. Son estas:
1. Completar la razón instrumental-analítica-científica dominante con la inteligencia emocional o cordial. Sin ésta no nos conmovemos ante la devastación de la naturaleza ni nos comprometemos a rescatarla y salvarla.
2. Pasar de la simple comprensión de la Tierra como un almacén de recursos a la visión de la Tierra viva, como un superorganismo vivo que se autorregula, llamado Gaia.
3. Entender que, como humanos, somos esa parte de la Tierra que siente, piensa y ama, cuya misión es cuidar de la naturaleza.
4. Pasar del paradigma de la conquista/dominación todavía vigente, al paradigma del cuidado/responsabilidad.
5. Entender que la sostenibilidad sólo estará garantizada si respetamos los derechos de la naturaleza y de la Madre Tierra.
6. Articular el contrato natural hecho con la naturaleza, que supone la reciprocidad inexistente con el contrato social, que supone la colaboración e inclusión de todos, y es insuficiente.
7. No existe el medio-ambiente sino el ambiente entero. Lo que existe es la comunidad de vida con el mismo código genético de base estableciendo un parentesco entre todos.
8. Abandonar la obsesión del crecimiento/desarrollo por la redistribución de la riqueza ya acumulada.
9. Debemos producir para atender las demandas humanas pero siempre dentro de los límites de la Tierra y de cada ecosistema.
10. Poner bajo control la voracidad productivista y la competencia sin límites en favor de la cooperación y de la solidaridad, pues todos dependemos unos de otros.
11. Superar el individualismo por la colaboración entre todos, pues esta es la lógica suprema del proceso de la evolución.
12. El bien común humano y natural tiene primacía sobre el bien común particular y corporativo.
13. Pasar de la ética utilitarista y eficientista a la ética del cuidado y de la responsabilidad.
14. Pasar del consumismo individualista a la sobriedad compartida. Lo que nos sobra, les falta a los demás.
15. Pasar de la maximización del crecimiento a la optimización de la prosperidad a partir de los más necesitados.
16. En vez de modernizar permanentemente, ecologizar y articular todos los saberes y procesos productivos, buscando tutelar los bienes y servicios naturales y dar descanso a la naturaleza y a la Tierra.
17. Oponer a la era del antropoceno, que hace del ser humano una fuerza geofísica destructiva, la era ecozoica que ecologiza e incluye a todos los seres en el gran sistema terrenal y cósmico.
18. Valorizar el capital humano/espiritual inagotable por encima del capital material agotable, porque el primero proporciona los criterios para las intervenciones responsables en la naturaleza y alimenta permanentemente los valores humano-espirituales de la solidaridad, del cuidado, del amor y de la compasión, bases para una sociedad con justicia, equidad y respeto a la naturaleza.
19. Contra la decepción y la depresión provocadas por las promesas no cumplidas de bienestar general hechas por la cultura del capital, alimentar el principio-esperanza, fuente de fantasía creadora, de nuevas ideas y de utopías viables.
20. Creer y testimoniar que, al final de todo, el bien triunfará sobre la maldad, la verdad sobre la mentira y el amor sobre la indiferencia. Un poco de luz podrá vencer una inmensidad de tinieblas.
Leonardo Boff escribió Opción Tierra: la solución para la Tierra no cae del cielo, Sal Terrae 2008.
Prezado Leonardo, até vc, um histórico lutador, está a pensar que só mesmo o dilúvio! Valha-me Deus Nossa Senhora!! Noé sentiu-se impotente diante da carruagem desembestada dos homens de seu tempo. Vc tb se sente assim? Impotente! Sua potentíssima teologia da libertação parece uma página virada. A escola não tem força pq parou no tempo. As comunidades eclesiais de base morreram na praia, juntamente com as associações de moradores e de classe. Essas manifestaçoes pontuais de rua alimentadas pelas redes digitais online não tem projeto histórico, somente pontual. A escalada do mal progride geometricamente. Não há UPP que possa frea-la, para falar do Rio de Janeiro. São Paulo era uma cidade sertaneja e ingênua há 20 anos, hoje está pior do que o Rio. As pacatas Salvador e Curitiba, veja vc, estão atropeladas pela violência. Se vamos falar do mundo mundo…. vc sabe… Enfim, Noé?! O que vc vem pensando realmente a respeito de tudo isso?
Que acertada es su primera propuesta. Un día escuché al profesor Howard Gadner en la Universidad de Almería (Andalucía- España) decir que el siglo XXI sería en el mundo de la Educación y de la Psicología el siglo de la Inteligencia Emocional y cada día son más voces las que más claro pregonan este mensaje. El punto de inflexión quizá se produjo con el atentado de las Torres Gemelas.
Por eso me ha gustado mucho que usted proponga el que todos nos ” conmovamos” con la destrucción de nuestro planeta para frenar cuanto antes su degradación.
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CCCCC
Mestre Boff
Sua lucidez cada vez mais causa admiração. Ou somos todos Noe e partidários do nosso Francisco e sua Alegria do Evangelho, ou iremos mergulhar no diluvio da insanidade.
Espero que o bom senso prevaleça. Mas nas cabeças voltadas para a posse de todas as riquezas da Terra, será que haverá tempo para tanto?
Grande abraço
O moço aí Marcos Silva não entendeu a mensagem…!!
verdade
Alejandro SR Fornieles: Los textos de Boff llegan al alma (pero de muy pocos). Si no superamos el pensamiento de la modernidad, entrando en el paradigma de la complejidad, la solución es prácticamente imposible. La mayoría de las publicaciones de las “ciencias sociales” no toman en cuenta la cuestión demográfica. Ignoran que un crecimiento exponencial en un mundo finito es imposible. Si el crecimiento sigue como hasta ahora (y no se produce la transición demográfica), no hay sustentabilidad posible. Seguirá la destrucción. Los problemas sociales políticos y económicos parten del error de pensar que las leyes imaginadas por los hombres (antrópo-sociales) son más importante que las físico naturales (a las que ignoran).
A principios de siglo XX Ortega y Gasset escribió: “Yo soy yo y mi circunstancia, si no la salvo a ella no me salvo yo. Hace poco David Attenborough afirmaba: “Si no nos ocupamos del crecimiento de la población mundial, la naturaleza lo hará por nosotros. Stephen Hawking (en su libro “El universo en una cáscara de nuez”) escribe: “…Pero si el crecimiento de población y el consumo de electricidad siguen al ritmo actual, en el año 2600 la población mundial se estará tocando hombro con hombro, y el consumo de electricidad hará que la Tierra se ponga al rojo vivo.”