Hace ya muchos años, algunos científicos venidos de las ciencias de la vida y del universo empezaron a trabajar con la categoría del caos. Inicialmente también Einstein participaba de la visión de que el universo era estático y regulado por leyes deterministas. Pero siempre escapaban algunos elementos que no se encuadraban en este esquema. Para armonizar la teoría Einstein creó el “principio cosmológico”, del que se arrepentiría más tarde porque no explicaba nada pero mantenía inalterada la teoría estándar del universo lineal. Con la llegada de la nueva cosmología cambió completamente de idea y empezó a entender el mundo en proceso ininterrumpido de mutación y autocreación.
Todo comenzó con la observación de fenómenos aleatorios como la formación de las nubes y particularmente lo que se vino a llamar el efecto mariposa (pequeñas modificaciones iniciales, como el aleteo de las alas de una mariposa en Brasil, pueden provocar una tempestad en Nueva York) y la constatación de la creciente complejidad que está en la raíz de la emergencia de formas de vida cada vez más altas (cf.J.Gleick Caos: creación de una nueva ciencia,1989).
El sentido es este: detrás del caos presente se esconden dimensiones de orden. Y viceversa, detrás del orden se esconden dimensiones de caos. Ilya Progrine (1917-2003), premio Nobel de Química en 1977, estudió particularmente las condiciones que permiten la emergencia de la vida. Según este gran científico, siempre que existe un sistema abierto, siempre que haya una situación de caos, (lejos del equilibrio) y haya una no-linealidad, la conectividad entre las partes es la que genera una nuevo orden vital (cf. Order out of Chaos,1984).
Ese proceso conoce bifurcaciones y fluctuaciones. Por eso el orden nunca es dado a priori. Él depende de varios factores que lo llevan en una dirección o en otra.
He hecho esta reflexión sumarísima (exigiría muchas páginas) para ayudarnos a entender mejor la crisis brasilera. Innegablemente vivimos en una situación de completo caos. Nadie puede decir hacia donde vamos. Hay varias bifurcaciones. Toca a los actores sociales determinar una bifurcación que no represente la continuidad del pasado que creó el caos. Sabemos que dentro de él hay oculto un orden más alto y mejor. ¿Quién va a desentrañarlo y hacer superar el caos?
Aquí se trata, a mi modo de entender la crisis, de liquidar el perverso legado de la Casa Grande traducido por el rentismo y por unos pocos millonarios que controlan gran parte de nuestras finanzas. Ellos son el obstáculo mayor para la superación de la crisis. pues antes bien, ganan con ella. No ofrecen ningún subsidio para superarla. Y tienen aliados fuertes, comenzando por el actual ocupante de la Presidencia y parte del sistema judicial, poco sensible a la cruel injusticia social y a su superación histórica.
Necesitamos formar un amplio frente de fuerzas progresistas y enemigas de la neocolonización del país para desentrañar, escondido en el caos actual, el nuevo orden que quiere nacer. Tenemos que llevar a cabo ese parto aunque sea doloroso. De lo contrario, continuaremos rehenes y víctimas de aquellos que piensan corporativamente sólo en sí mismos, de espaldas y, como ahora, contra el pueblo.
El caos nunca es solo caótico. Es generador de un nuevo orden. El universo se originó de un tremendo caos inicial (big bang). La evolución se hizo y se hace para poner orden en este caos. Debemos imitar al universo y construir un nuevo orden que incluya a todos, a partir de los últimos.
* Leonardo Boff escribió Brasil: concluir la refundación o prolongar la dependencia, Vozes 2018.
Traducción de María José Gavito Milano.
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